
La profesora Rosa Ariza expresó en El Mañanero que la educación en el hogar y en la escuela son fundamentales para enfrentar el bullying en los niños.
Abordó la importancia de la comunicación en el hogar y las aulas para contrarrestar el acoso entre los infantes.
"Los niños deben sentir que pueden comunicar en casa cuando están siendo burlados", acotó.
Es fundamental que los padres eduquen a sus hijos sobre la importancia de comunicar cualquier forma de acoso que estén experimentando. La percepción de seguridad en el hogar es clave para que los niños se sientan cómodos hablando sobre sus problemas, consideró la docente.
Dijo que los padres deben escuchar con atención y respeto cuando sus hijos compartan sus quejas, asegurándoles que sus sentimientos son válidos.
Manifestó que es esencial que la familia valide la queja del niño y no minimice sus experiencias, ya que cada situación puede tener un impacto diferente en cada niño.

"Todo niño necesita saber que no tiene que agradarle a todo el mundo", indicó.
Enfatizó que los padres deben trabajar en la autoestima de sus hijos, enfatizando que no es necesario ser querido por todos y que el rechazo es parte de la vida, agregando que esto ayuda a los niños a entender que pueden retirarse de situaciones incómodas sin sentirse inferiores.
Expresó que es crucial enseñarles a manejar el rechazo y brindarles herramientas para defenderse, como evitar la confrontación innecesaria y elegir sus amistades sabiamente.
"En caso de que un niño comparta que está siendo molestado, se debe aconsejarle alejarse de la persona que causa el malestar y hablar con los responsables de la escuela o el hogar para buscar soluciones", expuso.
"Los profesores deben poner atención cuando un niño dice que alguien lo molesta", adujo.

Consideró que el rol de los educadores es fundamental en la prevención y manejo del bullying. Cuando un niño se presenta con una queja, los maestros deben tomarla en serio y actuar de inmediato para solucionar el problema.
Subrayó que es importante que las escuelas establezcan canales de comunicación efectivos, como departamentos de quejas, para que los estudiantes puedan reportar el acoso de forma confidencial y recibir el apoyo adecuado.
Sostuvo que la atención y la intervención temprana son cruciales para frenar el bullying, ya que ignorar las quejas solo perpetúa el problema.
"Es interesante que ese compinche lo invite a la casa para que descubra por qué línea de vida va esa compinche para cambiar por amistad", indicó.
La prevención del bullying comienza en el hogar y, en algunos casos, con la amistad de los niños, y es fundamental que los padres conozcan a las amistades de sus hijos y cómo estas influyen en su comportamiento y bienestar emocional, planteó.
Entiende que fomentar la valoración de los hijos tal como son permite que los niños se sientan seguros y protegidos, que si un niño está rodeado de malas influencias, los padres deben ayudarlo a distanciarse de esas amistades incómodas.
"Es importante para quien lo recibe, pero también para quien lo da, porque todo se enfoca en el núcleo familiar, en cómo mamá y papá crían", señaló.
Manifestó que la crianza desde casa juega un papel crucial en la manera en que los niños manejan y experimentan el bullying, progiuiendo que la forma en que los padres educan a sus hijos acerca del respeto y la empatía puede prevenir tanto que ellos sean víctimas como agresores.
Adujo que en la actualidad, muchos expertos argumentan que es fundamental fomentar una crianza respetuosa que no comprometa la firmeza y las reglas necesarias para el desarrollo emocional y social del niño. "La falta de límites o un enfoque excesivamente permisivo puede llevar a una mayor vulnerabilidad frente al bullying", agregó.
"El uso de redes sociales, el uso de pantallas a corta edad, afecta muchísimo y, sobre todo, la crianza respetuosa", advirtió.
Expresó que las redes sociales y las pantallas tienen un impacto negativo en el comportamiento y la percepción de los niños, que su uso excesivo puede hacer que los niños sean más susceptibles al bullying, tanto como víctimas como agresores.
Es importante establecer límites en el uso de tecnología y fomentar actividades que promuevan interacciones sociales saludables. La crianza debe ser equilibrada, combinando amor y firmeza para ayudar a los niños a desarrollar un carácter fuerte, concluyó.