La cumbre extraordinaria de la Unión Europea (UE) culminó con un acuerdo para multiplicar el gasto en defensa y seguridad europeas, pero el bloqueo de Hungría volvió a impedir que Ucrania lograra mucho más que promesas de futura ayuda militar y apoyo diplomático ante el giro de Estados Unidos.
Estas son las claves de lo acordado este jueves en Bruselas por los líderes de la UE:
Inversiones multimillonarias
La idea de aumentar exponencialmente el gasto en defensa de la UE tenía desde hace tiempo grandes defensores en los países que comparten frontera con Rusia -los nórdicos y los socios del este-, y partidarios en varios casos, como Polonia, de elevar la inversión nacional en ese ámbito por encima del umbral del 2 % del PIB que exige la OTAN.
Ese debate se ha precipitado con el drástico cambio de postura de EE.UU. sobre Ucrania desde el regreso al poder de Donald Trump, que ha llevado a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, a redactar un plan para destinar hasta 800,000 millones de euros al rearme del continente, y a que los líderes superaran reticencias históricas para flexibilizar las reglas comunitarias referentes al déficit y la deuda.
Ese proyecto, desvelado el martes, incluye un nuevo instrumento de créditos de 150,000 millones, una herramienta que se financiaría con emisiones conjuntas de deuda y que la Comisión debe definir de forma más concreta en las próximas dos semanas, antes de una nueva cumbre prevista para el 20 y 21 de marzo.
El plan también plantea dejar que los Estados miembros reorienten fondos europeos regionales al gasto en seguridad y defensa, además de utilizar la financiación del Banco Europeo de Inversiones (BEI) para este rubro.
Libro Blanco para la Defensa de la UE
El plan de rearme de la UE recibió una respuesta «muy positiva» por todos los líderes, si bien pidieron a Von der Leyen que recoja otras «opciones» en el Libro Blanco para la Defensa que desvelará también este mes y que las capitales discutirán sin «tabúes».
Algunas de las áreas que los líderes consideran «prioritarias» son la de defensa aérea y balística, sistemas de artillería, misiles y munición, drones y sistemas contra drones.
También han puesto énfasis en la tecnología espacial y protección de infraestructuras críticas, movilidad militar, ciberseguridad, inteligencia artificial y guerra electrónica.
Líneas maestras sobre Ucrania… sin Hungría
Pese al acuerdo unánime sobre el gasto en defensa, la posición comunitaria sobre la situación en Ucrania y su futuro inmediato se vio truncada por el habitual desmarque de Hungría, afín a la postura de Trump.
Sin poder contar con Budapest, los veintiséis países restantes firmaron una declaración que marca las líneas rojas para futuras conversaciones de paz, insiste en la inclusión de Kiev a la Unión y promete ayuda militar al ejército ucraniano para combatir la agresión rusa.
El texto respaldado recalca que cualquier tregua «solo puede tener lugar como parte del proceso que conduce a un acuerdo de paz integral», con garantías de seguridad robustas y creíbles que sean disuasorias de una nueva agresión rusa en el futuro.
Asimismo, la UE reafirma su compromiso político, financiero, económico, humanitario, militar y diplomático con Ucrania, y explicita su disposición de contribuir más a garantías de seguridad basándose en sus respectivas competencias y capacidades.
Una coalición más allá de la UE?
La oposición del primer ministro húngaro, Viktor Orbán, y las reticencias de su homólogo eslovaco, Robert Fico, dejaron claro que la respuesta al giro de Estados Unidos sobre Ucrania no necesariamente surgirá de la UE en un sentido estricto.
Líderes como el primer ministro checo, el conservador Petr Fiala, mencionaron en la cumbre la posibilidad de recurrir a «otros formatos (fuera de la UE) donde se dan cuenta del riesgo que supone la agresión rusa», para acelerar la entrega de ayuda militar a Ucrania.
El Reino Unido, cuyo primer ministro, Keir Starmer, organizó el pasado domingo una cumbre de emergencia tras el enfrentamiento entre Trump y Volodímir Zelenski, parece un aliado clave para esa coalición y en la que también podrían entrar Canadá y Noruega.