Ante un Zócalo repleto con más de 100.000 simpatizantes, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, conmemoró su primer año de gobierno con un discurso marcado por el orgullo de los avances alcanzados y el reconocimiento de los retos pendientes en materia de seguridad, corrupción y relaciones con Estados Unidos.
Arropada por el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Sheinbaum reafirmó la continuidad del proyecto político iniciado por Andrés Manuel López Obrador, asegurando que “han querido separarnos, pero eso no va a ocurrir”.
Las encuestas reflejan su fortaleza: un 73% de aprobación, incluso superior a la de su antecesor en el mismo periodo. Sin embargo, enfrenta una oposición más activa y un escenario legislativo fragmentado.
Durante su mensaje, la mandataria destacó que su administración ha impulsado 19 reformas constitucionales y 40 nuevas leyes, entre ellas la reforma judicial, cuyo objetivo —dijo— es acercar la justicia al pueblo y agilizar los procesos legales contra delitos financieros.
Sheinbaum resaltó que la pobreza se ha reducido del 45% en 2008 al 29% en 2025, con 13 millones de personas que han mejorado sus condiciones de vida desde 2018. Pese a la desaceleración global, defendió la estabilidad económica bajo el lema “por el bien de todos, primero los pobres”.
“El crecimiento esperado es de 1,2%, menos de lo previsto, pero seguimos firmes”, sostuvo.
La presidenta reafirmó su compromiso de continuar los proyectos emblemáticos de infraestructura iniciados en el sexenio anterior, como carreteras, trenes y centros de salud, y anunció la construcción del Tren del Golfo de México, que conectará Ciudad de México con Nuevo Laredo.