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Unos 1,500 profesionales del cine, entre ellos reconocidas figuras como Olivia Colman, Javier Bardem y Mark Ruffalo, anunciaron este lunes su decisión de no colaborar con instituciones cinematográficas israelíes, a las que acusan de estar implicadas en el “genocidio” en Gaza. La declaración fue publicada en el diario británico The Guardian.
El pronunciamiento, promovido por el colectivo Film Workers for Palestine, se inspira en el boicot cultural contra Sudáfrica durante el apartheid. Los firmantes aseguran que, ante la pasividad de muchos gobiernos frente a la ofensiva israelí, es necesario asumir acciones desde la industria cinematográfica.
Entre las personalidades hispanoamericanas que apoyan la iniciativa figuran Juan Diego Botto, Gael García Bernal, Fernando Meirelles, Cecilia Roth, Nahuel Pérez Biscayart, Mercedes Morán, Isabel Coixet y Emma Suárez.
La carta exhorta a cortar vínculos con festivales, cines, distribuidoras y productoras que “justifican o encubren el apartheid y el genocidio”, mencionando explícitamente al Festival de Cine de Jerusalén y al certamen de documentales Docaviv.
No obstante, el texto reconoce que existen instituciones israelíes que no son cómplices de esas políticas, aunque sin precisar cuáles.
La iniciativa se suma a otras manifestaciones similares en el mundo del cine. En agosto, el colectivo italiano Venice4Palestine pidió a la Mostra de Venecia adoptar una postura firme contra Israel, mientras que en mayo, en Cannes, más de 900 artistas —entre ellos Juliette Binoche, Pedro Almodóvar, Joaquin Phoenix y Susan Sarandon— denunciaron el “silencio” sobre la situación en Gaza.
El conflicto se mantiene en escalada desde el 7 de octubre de 2023, cuando un ataque de Hamás dejó 1,219 muertos en Israel, en su mayoría civiles. En represalia, las operaciones militares israelíes han causado más de 64,000 muertes en la Franja de Gaza, según cifras del Ministerio de Salud del enclave, consideradas creíbles por la ONU.