El Paycom Center de Oklahoma City será el escenario donde este jueves comenzarán unas Finales de la NBA inesperadas: los Thunder y los Pacers se enfrentarán por el campeonato, en un duelo sin precedentes entre dos equipos de mercados pequeños que han sorprendido a toda la liga con una gestión deportiva de primer nivel.
Con los Boston Celtics eliminados desde las semifinales del Este, la NBA asegura un nuevo campeón. Será la primera vez en la historia que Thunder e Indiana se enfrenten en unas Finales, una oportunidad histórica para ambas franquicias.
El equipo de Oklahoma regresa a esta instancia por primera vez desde 2012, ahora con Shai Gilgeous-Alexander como líder y flamante MVP de la temporada. Indiana, por su parte, rompe una espera de 25 años para volver a disputar una serie por el campeonato.
Los Thunder llegan con 68 triunfos en la temporada regular, un registro superado solo por cuatro equipos en la historia. En su camino dejaron atrás a los Grizzlies (4-0), Nuggets (4-3) y Timberwolves (4-1).
Los Pacers, que terminaron cuartos en el Este al finalizar la fase regular, encontraron su mejor forma en los ‘playoffs’, donde despacharon rápidamente a los Bucks (4-1) y a los Cavaliers (4-1), antes de imponerse con autoridad en una serie exigente contra los Knicks (4-2).
En una liga dominada por franquicias con grandes recursos económicos como los Lakers y los Celtics, estos dos equipos han roto esquemas. Los Thunder se encuentran en el puesto 25 de la NBA en cuanto a masa salarial (165 millones de dólares), mientras que Indiana ocupa el lugar 18 (169 millones).
OKC ha sabido construir su núcleo con talento joven, especialmente a través del draft. Chet Holmgren y Jalen Williams, ambos piezas clave, tienen contratos modestos aún (10 y 4 millones, respectivamente). Además, los fichajes de Isaiah Hartenstein y Alex Caruso han aportado equilibrio a una plantilla que dirige Mark Daigneault y que parte como favorita.
Por otro lado, los Pacers cuentan con un equipo sólido encabezado por Tyrese Haliburton. Lo acompañan figuras como Pascal Siakam, Myles Turner y Andrew Nembhard, este último especialmente efectivo desde el perímetro.
Los Thunder tienen la ventaja de jugar en casa y podrían definir la serie allí si se llegara a un séptimo juego. Los dos primeros partidos se llevarán a cabo en Oklahoma, seguidos por dos en Indianápolis. Si es necesario, los últimos tres encuentros alternarán sedes, con un hipotético juego decisivo nuevamente en el Paycom Center.
Indiana busca su primer anillo en la historia. Oklahoma, aunque nunca ha ganado bajo ese nombre, posee el título de 1979, logrado cuando era conocido como Seattle SuperSonics.