
Transportistas que operan en el área del kilómetro 9 de la autopista Duarte denunciaron que viven en un clima de incertidumbre, ya que todavía no saben si, una vez concluya el nuevo elevado en construcción, podrán permanecer en sus paradas tradicionales o deberán ser reubicados.
Las rutas que conectan con Los Alcarrizos, Villa Altagracia y otros puntos de la autopista Duarte llevan más de dos décadas operando en la zona. Sin embargo, aseguran que desde hace más de nueve meses esperan una reunión prometida por la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett) y el Ayuntamiento del Distrito Nacional para definir su estatus.
Heriberto González Félix, chofer de la ruta hacia Villa Altagracia, explicó que en varias ocasiones se les ha informado que se programará un encuentro para discutir su permanencia o posible traslado, pero esas citas siempre terminan pospuestas. “Estamos dispuestos a buscar un acuerdo formal y hasta pagar los permisos correspondientes, pero las autoridades no han concretado nada”, señaló.

Otros conductores, como Valentín Doñé y Joaquín Perfecto, coincidieron en que no existe una comunicación clara con las instituciones responsables. Recordaron que en el pasado pagaban cuotas para operar y que incluso evaluaron realizar protestas, pero desistieron a la espera de una respuesta oficial que nunca llega.
Mientras avanzan las obras del elevado y la estación del Metro María Montes permanece como punto de referencia, los choferes insisten en que la falta de definiciones mantiene en riesgo su sustento y el servicio de transporte a miles de pasajeros diarios.
“Si tenemos más de 20 años aquí y nunca nos han movido, no entendemos por qué ahora no nos pueden dar un permiso formal”, concluyó uno de los transportistas.