
El régimen de China advirtió este miércoles a Filipinas que no debe "jugar con fuego" tras la reciente decisión del gobierno de Ferdinand Marcos Jr. de flexibilizar los contactos oficiales con Taiwán, algo que Beijing considera una provocación inaceptable.
La portavoz de la Oficina de Asuntos de Taiwán del Consejo de Estado, Zhu Fenglian, acusó a Manila de enviar señales equivocadas al movimiento independentista taiwanés y reafirmó que "Taiwán es parte inseparable de China".
El malestar de Beijing surge después de que el Gobierno filipino enmendara una norma vigente desde 1987, permitiendo que funcionarios, excepto los de más alto nivel, establezcan vínculos con autoridades taiwanesas en áreas como comercio e inversión.
Esta decisión representa un cambio significativo en la política exterior de Filipinas, que desde 1975 reconoce oficialmente a la República Popular China como el único gobierno legítimo de China.
El episodio ocurre en medio de crecientes tensiones entre ambos países debido a las disputas en el mar de China Meridional, donde se han registrado múltiples incidentes entre embarcaciones filipinas y chinas. Además, se suma al fortalecimiento de los lazos militares entre Filipinas y Estados Unidos, lo que Pekín considera una amenaza directa.
La advertencia china refleja el endurecimiento de su postura frente a cualquier gesto que pueda interpretarse como un respaldo a la autonomía de Taiwán, en un momento en que Manila profundiza su acercamiento a Washington y redefine sus alianzas estratégicas.