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China incorporó oficialmente a su Armada el “Fujian”, su tercer portaaviones y el primero totalmente diseñado y construido en el país, durante una ceremonia encabezada por el presidente Xi Jinping. El buque, con un desplazamiento de 80.000 toneladas y 300 metros de eslora, representa un avance significativo en la modernización militar china, al ser el primer portaaviones de propulsión convencional del país equipado con catapultas electromagnéticas (EMALS), tecnología hasta ahora exclusiva del portaaviones estadounidense USS Gerald R. Ford.
Nombrado en honor a la provincia continental más cercana a Taiwán, el Fujian inició sus pruebas de navegación en mayo de 2024 y, según la agencia estatal Xinhua, ya ha completado ejercicios de entrenamiento y pruebas científicas en el estrecho de Taiwán. Durante la ceremonia, Xi Jinping entregó la bandera del Ejército Popular de Liberación al capitán y al comisario político del navío, inspeccionó la torre de control y revisó las capacidades de lanzamiento de aeronaves.
La incorporación del Fujian forma parte de la estrategia de China de consolidar su presencia naval en el Pacífico y proyectar poder más allá de sus costas. Pekín planea contar con seis portaaviones para 2035, en un contexto de crecientes tensiones con Taiwán, que considera esta maniobra como una “gran amenaza” para su seguridad.