Chelsea Clinton critica demolición del Ala Este de la Casa Blanca: “Desprecio por la historia”

La demolición para construir un salón de baile de 250 millones de dólares, sin revisión histórica, preocupa a Clinton, quien la ve como signo de la ignorancia de Trump hacia instituciones democráticas.

Chelsea Clinton, hija del expresidente Bill Clinton (1993-2001), cuestionó la decisión del mandatario Donald Trump de demoler el Ala Este de la Casa Blanca, calificándola como un acto de “desprecio hacia la historia”.

En una columna publicada en USA Today, la vicepresidenta de la Fundación Clinton escribió:

“Un desprecio hacia la historia es un rasgo definitorio de la segunda Administración de Trump”.

Clinton recordó que, durante el mandato de su padre, comprendió que la Casa Blanca no es solo un hogar familiar, sino un símbolo nacional.

“La Casa Blanca pertenece a la población estadounidense, y por eso la llamamos la Casa del Pueblo. Yo nunca lo olvidé”, afirmó.

Relató que conoció la residencia presidencial a los 12 años, cuando Barbara Bush le ofreció un recorrido previo a la llegada de su familia.

“Siempre sentí que la familia Bush, al igual que la mía, entendía que todos estábamos simplemente de paso, incluso mientras nuestros padres daban forma a la historia de Estados Unidos”, escribió.

Remodelación polémica

Trump ordenó demoler completamente el Ala Este, que tradicionalmente albergaba la oficina de las primeras damas, para construir un salón de baile valorado en al menos 250 millones de dólares. Imágenes difundidas desde Washington muestran excavadoras retirando escombros el 23 de octubre de 2025 como parte del proyecto.

Críticas a la preservación histórica

Chelsea Clinton consideró preocupante que se realicen cambios tan drásticos a menos de un año de celebrarse el 250 aniversario de Estados Unidos, sin revisión formal de preservación histórica ni participación de expertos:

“Lo que se desmanteló hoy no es solo mármol o yeso; es un reflejo de lo fácilmente que la historia puede borrarse cuando el poder olvida su misión”.

“Reflejo de la fragilidad democrática”

La ex primera hija vinculó la demolición con lo que describe como la tendencia de Trump a ignorar las instituciones y el Estado de Derecho:

“Ignorar las instituciones democráticas o retener fondos aprobados por el Congreso surge de la misma fuente: el desprecio por los ideales fundacionales de Estados Unidos”.

Clinton concluyó que la Casa Blanca “es un reflejo de nuestra democracia: resistente cuando honramos sus cimientos, pero frágil cuando los damos por sentados”.