
El exdirector del Senasa, Channel Rosa Chupany, expresó pesar por teléfono en A Diario por la corrupción en ese organismo que denunció y no actuaron y espera que recupere su imagen y prestigio en la sociedad.
"Lamento que se hayan confirmado todas las informaciones que habíamos dado previamente sobre la insostenibilidad financiera de la institución", manifestó.
Enfatizó que es pesaroso la confirmación de las acusaciones de corrupción en SENASA y destacó que desde hace tiempo se había advertido sobre la insostenibilidad financiera de la organización, donde siete de cada diez dominicanos están afiliados, enfatizando la importancia de su correcto funcionamiento.
Chanel Rosa Chupany manifestó malestar porque el Ministerio Público haya establecido que más de 15,000 millones de pesos han sido defraudados de SENASA, aunque había especulaciones sobre montos mayores.
"No solo es un tema financiero, también es un tema de imagen", acotó.
Comentó que, además de las implicaciones financieras del déficit y el fraude, la reputación de SENASA ha sido severamente dañada. Para recuperar la confianza del público, es esencial que la institución trabaje en su imagen y en la percepción pública que tiene la gente sobre su capacidad de brindar servicios.

"Los temas de compra de nutrientes y contratación de centros de salud son claves en el fraude", indicó.
Señaló que se discuten dos casos concretos de corrupción: la compra de nutrientes para ancianos a un costo de 6,000 millones de pesos y la contratación de centros de atención primaria que tradicionalmente se abastecían de la red pública de salud. "Estas acciones reflejan prácticas fraudulentas que se implementaron utilizando recursos públicos de manera indebida", agregó.
"Falló la regulación, hubo comunicaciones desde hace años advirtiendo sobre la situación", afirmó.
"Esto fue un entramado muy grande que ha dolido mucho porque no es el clásico acto de corrupción que conocemos", consideró.
Dijo que la discusión debe centrarse en la reciente crisis de SENASA, la cual sufrió una serie de irregularidades que han dejado una fuerte impresión en el ámbito público, y que a pesar de ser reconocida por su organización y premiada por su calidad, la institución se vio involucrada en un escándalo que involucraba la asignación inadecuada de recursos financieros.
Entiende que el director actual del Senasa, doctor Edward Guzmán, tiene el desafío de restaurar la confianza en la institución. Añadió que se necesita un equipo competente y honesto para lidiar con la recuperación y la reestructuración organizacional.
Planteó la necesidad de apoyo financiero del gobierno y de cómo la institución también debe realizar acciones que recuperen la confianza de la población, y que esto requiere creatividad e imaginación para gestionar un cambio efectivo en la organización.

"La calidad humana de las personas que manejan las instituciones es fundamental. Eso no se enseña en las escuelas", señaló.
Manifestó que un punto clave es el compromiso de los servidores públicos con la institución y con el bienestar general, y que no se trata solo de cumplir funciones, sino de tener una conexión emocional y un sentido de responsabilidad hacia lo público.
Aduzco que la falta de este compromiso puede resultar en debilidades institucionales y violaciones en las operaciones, afectando a millones de ciudadanos que dependen de estos servicios.
Destacó que muchas de las mejoras y servicios valiosos ofrecidos por SENASA en el pasado están en peligro debido a la gestión deficiente y la falta de compromiso de algunos funcionarios.
"Se atentó contra la seguridad de salud, contra un servicio que debe estar garantizado", enfatizó.
Indicó que se debate las consecuencias para más de 7.4 millones de personas que dependen de los servicios de salud garantizados por SENASA, generando incertidumbre respecto a la continuidad de estos servicios.
"Es importante ver la ruta de las causales y los destinos del dinero de la corrupción", indicó.
"En la discusión sobre la gestión de los recursos en la República Dominicana, se menciona la necesidad de entender cómo se están utilizando y devolviendo los fondos provenientes de la corrupción. Existen mecanismos en el Ministerio Público que ya se han empleado para restituir dinero de personas implicadas en actos corruptos, y es crucial que este proceso se aplique a instituciones como SENASA", expuso.
El abogado también planteó una inquietud sobre la cantidad de recursos públicos que han sido desviados hacia campañas políticas hasta el punto de cuestionar qué porcentaje de esos fondos han sido utilizados en tales procesos, y que este punto es esencial para entender la relación entre corrupción y financiamiento político.

"La opulencia es una virtud", apuntó.
Puntualizó que se hace una crítica notable sobre cómo la sociedad ha llegado a valorar la opulencia y la riqueza de manera positiva, a menudo ignorando su origen, agregando que la percepción de que tener recursos, incluso si provienen de actividades ilícitas, puede generar admiración en lugar de desaprobación, ha creado unos patrones de comportamiento que favorecen la corrupción.
Enarboló que un ejemplo significativo se menciona sobre jóvenes que, pese a tener un gran potencial para ser profesionales exitosos, terminan involucrándose en la corrupción, reflejando una inversión de valores en la sociedad. Esto nos lleva a examinar las prioridades y la dirección moral de la comunidad.
"Es fundamental respetar el dinero y los recursos públicos", indicó.
Compartió su convicción de que los funcionarios deben mantener una distancia ética y moral respecto a los recursos del Estado. "Aunque las tentaciones pueden ser numerosas, es clave que los funcionarios nunca pierdan de vista la integridad profesional", añadió.
Subrayó que la experiencia de haber ocupado un cargo debería ir acompañada de un firme compromiso hacia la transparencia y la honestidad, evitando cualquier acto que comprometa su honor o el de la institución que representan.