
El rey Carlos III retiró oficialmente a su hermano, Andrés Mountbatten-Windsor, de dos de las distinciones más antiguas y prestigiosas del Reino Unido: la Orden de la Jarretera y la Orden Victoriana Real, según publicó este lunes The Gazette, diario oficial del país.
La notificación establece que los nombramientos de Andrés como Caballero Compañero de la Muy Noble Orden de la Jarretera (2006) y Caballero Gran Cruz de la Orden Victoriana Real (2011) han sido “cancelados y anulados”, y que su nombre será eliminado de los registros de ambas instituciones.
El monarca ya había despojado a su hermano del derecho hereditario a ser príncipe, del tratamiento de alteza real y del título de duque de York, que fue retirado del registro de la nobleza británica.
Las presiones políticas y la reacción pública se intensificaron luego de que saliera a la luz que Andrés mantuvo relación con el pederasta estadounidense Jeffrey Epstein más allá de 2010, pese a haber asegurado que había roto todo vínculo.
La situación escaló tras la publicación póstuma de las memorias de Virginia Giuffre, quien lo acusó de abusarla en tres ocasiones, dos de ellas cuando era menor de edad. Andrés ha negado conocerla, aunque en 2022 llegó a un acuerdo extrajudicial millonario para frenar una demanda civil en Estados Unidos.
En Estados Unidos, algunos congresistas han solicitado que Andrés declare sobre el caso. En el Reino Unido, el movimiento Republic ha iniciado una recaudación de fondos para intentar reabrir una investigación.
La Orden de la Jarretera es la más antigua y exclusiva del país, otorgada por decisión del monarca, mientras que la Orden Victoriana Real reconoce servicios a la Corona.
Pese a la retirada de títulos y condecoraciones, Andrés conserva su estatus de vicealmirante honorario de la Marina Real, aunque el Gobierno británico evalúa retirárselo. También sigue apareciendo en la línea de sucesión al trono.
Paralelamente, se espera que abandone su residencia actual, Royal Lodge, ubicada en los terrenos del Castillo de Windsor. Según la prensa británica, el exduque no habría pagado alquiler durante décadas, aunque sí realizó una inversión inicial para renovar la propiedad. El plan es reubicarlo en Sandringham, propiedad privada del rey, en el este de Inglaterra.