La inesperada cancelación de visas para cientos de estudiantes internacionales en Estados Unidos ha generado una ola de incertidumbre y temor entre los jóvenes, quienes ahora temen ser deportados.
Desde principios de abril, abogados especializados en inmigración han reportado un aumento inusual en las consultas de estudiantes a quienes se les revocó el estatus legal sin previo aviso ni explicación clara.
Matthew Maiona, abogado en Boston, señaló que comenzó recibiendo un par de casos al día, pero ahora atiende hasta seis consultas diarias de estudiantes en pánico. “Pensábamos que era algo aislado, pero está creciendo rápidamente”, afirmó.
Según una revisión de la agencia Associated Press, al menos 600 estudiantes de más de 90 universidades han sido afectados por esta medida federal. Las cancelaciones no han hecho distinción entre universidades prestigiosas y pequeñas facultades, afectando principalmente a estudiantes de India y China, aunque los casos se extienden a otras nacionalidades.
Los estudiantes aseguran no haber cometido delitos graves. Algunos solo han acumulado infracciones menores de tránsito. No obstante, han sido informados por sus universidades, vía correo electrónico, de que su estatus F-1 fue revocado debido a una supuesta “verificación de antecedentes penales” o porque sus visas fueron anuladas, aunque no se les ha proporcionado ninguna razón específica.
En respuesta, se han presentado demandas judiciales en varios estados, alegando violaciones del debido proceso. En Nuevo Hampshire, un juez otorgó una orden de restricción temporal para restaurar el estatus de un estudiante de doctorado de Dartmouth College mientras se resuelve su caso.
Los expertos advierten que esta ofensiva podría poner en riesgo a miles de personas más, en un momento en que los estudiantes internacionales representan una fuente clave de ingresos para las universidades estadounidenses.