Cámara de Diputados autoriza bonos por RD$400 mil millones, pero la oposición plantea críticas

La oposición argumenta que estos fondos se utilizarán para cubrir un presupuesto deficitario en lugar de ser invertidos en capital. Legisladores de la Fuerza del Pueblo y del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) afirman que la mayor parte de los recursos aprobados se destinará al gasto corriente.

La Cámara de Diputados aprobó de urgencia, en dos lecturas consecutivas, una nueva emisión de bonos que supera los 400 mil millones de pesos, después de haber autorizado créditos por alrededor de 15 mil millones en las últimas dos semanas.

Detalles sobre la aprobación y el destino de los bonos

Quizás se debería haber implementado una reforma fiscal general antes de recurrir a este financiamiento, evitando así que el país se endeude en más de 400 mil millones de pesos", expresó Sánchez. Además, destacó que nunca antes el Congreso había autorizado financiamientos de tal magnitud en un periodo tan corto.

Críticas y advertencias sobre la gestión fiscal

Sánchez sostiene que los recursos no se materializan en obras significativas y que gran parte del endeudamiento se destina a saldar deudas previas. Señaló que la deuda pública ya supera los 76 mil millones de dólares y advirtió que el déficit fiscal real podría alcanzar el 4.7 % del PIB, una cifra superior a la oficialmente presentada por el Gobierno.

El legislador también cuestionó cómo está estructurado el gasto en el presupuesto, señalando partidas para nuevas nóminas, incentivos y publicidad, mientras, según él, disminuye la inversión en capital. "Estamos tomando préstamos para pagar otros préstamos, bonos para cubrir bonos, y todo para sostener el aumento del gasto corriente", afirmó.

Finalmente, el vocero del PLD hizo un llamado a fortalecer los mecanismos de fiscalización a partir del próximo año, sugiriendo la inclusión de los órganos de control y los medios de comunicación para supervisar la colocación de los bonos y la ejecución presupuestaria "peso por peso". Esto surge ante lo que él define como un creciente malestar social causado por escándalos de corrupción y un aumento en el endeudamiento público.