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Cada vez habrá más robots humanoides en las líneas de producción

Lenissa Flores
Lenissa Flores
3 junio, 2025 - 8:30 AM
6 minutos de lectura
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Robots
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En 2024, Figure, una reconocida startup estadounidense, anunció una colaboración con BMW para incorporar robots humanoides del modelo Figure 02 en la planta de producción del fabricante alemán en Spartanburg, Carolina del Sur.

Un anuncio que, poco después, atrajo casi 700 millones de dólares en inversión por parte de gigantes como Microsoft, Nvidia, OpenAI Startup Fund y Amazon.

Tras una alianza inicial con OpenAI para desarrollar modelos de inteligencia artificial destinados a robots humanoides, solo para luego dar marcha atrás y centrarse en un sistema propietario, ahora parece que el humanoide de Figure sí sabe cómo hacer su trabajo de ensamblador.

El (pequeño) "gran" hito de las 20 horas

En un tuit, el CEO Brett Adcock anunció un hito histórico: los robots humanoides de Figure, no se especifica cuántos, completaron con éxito un turno de 20 horas en la línea de producción del modelo X3, mostrando un progreso significativo en velocidad y eficiencia. La colaboración, que comenzó en enero de 2024, allana el camino para una implantación más amplia este mismo año. En resumen, según Figure, lo mejor está por llegar.

Justo antes del anuncio de Adcock, se publicó un video en el que se veía a un robot Figure 02 recuperando piezas metálicas de una estantería móvil y colocándolas en una máquina de soldadura. Según el medio Fortune, que habló con un portavoz de BMW, el robot actualmente en funcionamiento realiza una tarea específica en la planta donde se ensamblan los paneles de chapa metálica que forman el chasis del vehículo. Una función mucho más limitada que las operaciones "de extremo a extremo" de las que habló Adcock en sus comunicados.

Más allá de la evidencia, está claro que la colaboración entre Figure y BMW representa el primer experimento, al menos en Occidente, de robots humanoides autónomos empleados en un entorno de producción automovilística. Un anticipo concreto de cómo podría evolucionar el trabajo en una fábrica, con humanoides empleados en tareas sencillas y repetitivas.

El papel del gigante chino

Pero si en Occidente se habla de "primeros experimentos", al otro lado del mundo el juego ya lleva tiempo en marcha. China no oculta su ambición: convertirse en líder mundial en el desarrollo de robots humanoides, con el objetivo de integrarlos profundamente en la economía de aquí a 2027.

No se trata de tímidas pruebas en plantas piloto: en 2024, en la Conferencia Mundial de Robots de Pekín, desfilaron más de veinte modelos de robots humanoides, con movimientos cada vez más fluidos y capacidades de aprendizaje en tiempo real. La carrera nacional por la automatización se acelera sistemáticamente, con numerosos ejemplos.

El fabricante de vehículos eléctricos NIO ha integrado el robot humanoide Walker S, de UBTech, en las actividades de control de calidad, así como en la aplicación de logotipos en los vehículos. También en la planta de FAW-Volkswagen se utilizan robots de UBTech en algunas líneas de producción.

La ecuación laboral que no cuadra

Goldman Sachs predice un mercado global de 38,000 millones de dólares para 2035, mientras que Citibank calcula que, en 2050, podríamos convivir con más de 600 millones de robots humanoides.

 Se estima que, para 2030, la automatización podría sustituir hasta el 15% de la mano de obra mundial. Pero las disparidades son enormes: el riesgo es significativamente mayor para quienes tienen un bajo nivel educativo y realizan tareas repetitivas.

Para algunos, la buena noticia es que se crearán nuevas funciones: el Foro Económico Mundial prevé 133 millones de nuevos empleos, frente a 75 millones destinados a ser automatizados. 

Pero hay un problema de fondo: los empleos que desaparecen son accesibles a millones de personas; los que se crean requieren competencias que esas mismas personas simplemente no tienen. Es como decirle a un auxiliar de almacén que, para mantener su puesto, debe convertirse mañana en analista de datos. Sobre el papel puede hacerse, aunque sigue siendo una broma pesada. Fuente WIRED

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