
El gerente general de los Yankees de Nueva York, Brian Cashman, reconoció que la organización no dispone de un presupuesto ilimitado para reforzar su plantilla, pese a ser una de las franquicias más agresivas del béisbol. Sus declaraciones se dieron durante el último día de las reuniones invernales, en un momento en que el equipo no ha concretado grandes movimientos.
“Todo suma. Todo cuenta”, dijo Cashman, citado por Gary Phillips del New York Daily News. Aclaró que, aunque los Yankees suelen invertir fuerte, ya tienen compromisos económicos considerables que influyen en cualquier decisión futura. “Nuestros dueños han demostrado año tras año su enorme compromiso. Pero, al mismo tiempo, eso tampoco es una chequera en blanco”, añadió.
El ejecutivo admitió que este mensaje puede incomodar a los fanáticos, pero insistió en que la meta sigue siendo ganar. “A los aficionados no les importan esos detalles. Quieren lo que quieren. En definitiva, lo que ambos queremos es tener un equipo que acumule victorias para llegar a la postemporada y ganarlo todo. (…) Pero en realidad, sí importa”.
Sus comentarios coinciden con lo dicho previamente por el propietario Hal Steinbrenner, quien expresó su intención de reducir la nómina para 2026.
Los Yankees no realizaron adquisiciones importantes durante las reuniones invernales. Hasta ahora, sus movimientos incluyen la renovación de Trent Grisham por un año y $22.025 millones, y el regreso del relevista Ryan Yarbrough con un contrato de un año y $2.5 millones.
“Simplemente seguimos comprometidos, intentando alcanzar algunos objetivos”, declaró Cashman, según MLB.com. Sin embargo, reconoció dificultades: “No me gustan las ofertas que nos llegan, y supongo que a los equipos rivales no les gusta lo que intento obtener de ellos”.
En 2025, los Yankees cerraron con la tercera nómina más alta de MLB, con un impuesto de balance competitivo cercano a los $324 millones.