El Ministerio de Justicia de Brasil presentó este miércoles un nuevo proyecto de ley que busca aumentar las penas contra líderes e integrantes de organizaciones criminales, con sanciones que podrían alcanzar hasta 30 años de prisión.
El proyecto, denominado “Antifacción”, fue presentado por el ministro de Justicia y Seguridad Pública, Ricardo Lewandowski, quien explicó que la medida responde a la creciente sofisticación y expansión de las bandas delictivas en el país.
- “El Estado necesita estar más organizado que el crimen”, afirmó Lewandowski durante la presentación del texto.
La iniciativa introduce el concepto de “organización criminal calificada”, definido como aquel grupo que controla territorios o actividades económicas mediante el uso de la violencia. Los responsables enfrentarán penas de 8 a 15 años de cárcel, que podrían duplicarse si se demuestra la participación de menores de edad, funcionarios públicos o el uso de armas prohibidas.
Para los casos de organización criminal simple, la pena aumentará de los actuales 3 a 8 años a un rango de 5 a 10 años de prisión. Además, los homicidios ordenados o cometidos por beneficio de estas organizaciones serán tipificados como crímenes horrendos, lo que los hace inelegibles para indulto, fianza o amnistía.
El texto también contempla la creación de un banco nacional de datos sobre facciones criminales, con el objetivo de unificar la información entre fuerzas de seguridad e investigaciones judiciales.
El proyecto, que actualiza la legislación vigente desde 2013, deberá ser evaluado por el Gobierno federal y luego sometido a votación en el Congreso Nacional.
Entre los grupos que inspiraron la propuesta destacan el Primeiro Comando da Capital (PCC) y el Comando Vermelho (CV), las dos mayores organizaciones criminales del país. Estas estructuras han expandido sus operaciones más allá del narcotráfico, infiltrándose en sectores como los combustibles, el transporte, los moteles y el mercado inmobiliario, según revelan recientes operativos policiales.