Bolsonaro es trasladado desde prisión a un hospital de Brasilia para someterse a cirugía

Bolsonaro, condenado a 27 años, enfrenta complicaciones de salud tras ser apuñalado en 2018 y ha sido diagnosticado con cáncer de piel. Mientras esté hospitalizado, tendrá custodia policial y restricciones de comunicación.

El expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, fue trasladado este miércoles desde el centro de detención donde cumple condena hasta un hospital de la capital brasileña, donde será sometido a una intervención quirúrgica, marcando su primera salida de prisión desde que comenzó a cumplir una pena de 27 años por intento de golpe de Estado.

El exmandatario, de 70 años, ingresó al hospital DF Star bajo un amplio dispositivo de seguridad, tras recibir autorización del juez del Supremo Tribunal Federal Alexandre de Moraes, responsable del proceso judicial que culminó con su condena en septiembre pasado. El traslado se realizó en un convoy escoltado que recorrió en pocos minutos la distancia entre las instalaciones de la Policía Federal y el centro médico.

Bolsonaro será operado de una hernia inguinal, una condición derivada de complicaciones abdominales asociadas a la puñalada que sufrió durante un acto de campaña en 2018, lesión que lo ha llevado a someterse a varias cirugías a lo largo de los últimos años. Además, recientemente se informó que fue diagnosticado con cáncer de piel.

Las autoridades no han precisado cuánto tiempo permanecerá hospitalizado. No obstante, el juez Moraes ordenó estrictas medidas de vigilancia durante su internamiento, incluyendo custodia policial permanente y la prohibición de utilizar teléfonos, computadoras u otros dispositivos electrónicos.

La resolución judicial autoriza únicamente la presencia de su esposa, Michelle Bolsonaro, como acompañante, mientras que cualquier otra visita deberá contar con permiso expreso del tribunal. A pesar de ello, uno de sus hijos, Carlos Bolsonaro, acudió al hospital para manifestar su apoyo.

La salida temporal del expresidente se produce días después de que el Supremo rechazara una solicitud de arresto domiciliario y un recurso que buscaba anular la condena. En el plano político, el caso sigue generando tensiones, luego de que el Congreso aprobara un proyecto que podría reducir el tiempo efectivo de su pena, iniciativa que el presidente Luiz Inácio Lula da Silva adelantó que vetará.