Un total de 21 kilos de metanfetaminas cristalinas fue incautado por el Ministerio de Seguridad Pública de Costa Rica en una operación realizada con el respaldo de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA), convirtiéndose en el mayor decomiso de sustancias sintéticas registrado en el país.
Según el informe policial, la droga fue encontrada dentro de un vehículo estacionado en un aparcamiento público de San José. Durante el operativo, se arrestó a cinco sospechosos: un ciudadano panameño, un ciudadano nicaragüense y tres ciudadanos costarricenses, todos señalados por su implicación en el transporte del cargamento.
«No se descarta que esta droga provenga de México, de uno de los dos cárteles que operan en ese país, que podrían ser el de Sinaloa o el de Jalisco Nueva Generación», explicó Stephen Madden, director de la Policía de Control de Drogas.
La operación fue llevada a cabo por la Policía de Control de Drogas (PCD), con el apoyo de la Unidad Especial de Apoyo (UEA), la Dirección de Inteligencia y Análisis Criminal (DIAC), la Fuerza Pública y bajo la dirección de la Fiscalía de Narcotráfico, en coordinación con la DEA.
Los arrestados fueron identificados como Sánchez Santamaría (panameño), Gómez Urbina (nicaragüense) y tres costarricenses: Abarca Morales, Sánchez Guillén —quien tiene antecedentes por infracción a la Ley de Signos y Marcas— y Bobadilla Viales, con un historial vinculado a la Ley de Psicotrópicos.
Durante la intervención, también se incautaron tres vehículos, 1,251 dólares en efectivo y 223,000 colones (aproximadamente 440 dólares).
Las autoridades recordaron que el narcotráfico se ha convertido en el principal reto de seguridad en Costa Rica, donde operan redes locales conectadas con cárteles internacionales que utilizan al país como punto de tránsito hacia destinos en Europa y América del Norte.