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Condenados a 10 y ocho años de prisión autores de atentado contra expresidenta Kirchner en Argentina

Los acusados por el intento de asesinato de Cristina Kirchner fueron condenados. Sabag Montiel recibió 10 años y su novia Brenda Uliarte 8 años de prisión, finalizando un juicio que conmocionó Argentina.

El atentado a Kirchner, que no logró su objetivo, reavivó temores de violencia política en Argentina. La justicia decidió no investigar a posibles financistas, mientras el caso sigue impactando la política del país.

Vicner Ogando
Vicner Ogando
9 octubre, 2025 - 8:46 AM
8 minutos de lectura
Acusados
Cárcel
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Los dos acusados por el intento de asesinato de la expresidenta argentina Cristina Kirchner en 2022 fueron condenados este miércoles a 10 y ocho años de prisión, lo que pone punto final a un juicio que sacudió a esa nación.

El 1 de septiembre de ese año, Fernando Sabag Montiel, de 38 años, se camufló entre los cientos de simpatizantes que saludaban a la entonces vicepresidenta (2019-2023) frente a su casa y le gatilló dos veces a la cabeza, sin que las balas salieran.

Fue condenado a 10 años de prisión por intento de homicidio agravado por mediar un arma de fuego, una pena que unificada a otras previas por pornografía infantil lleva a un total de 14 años, dijo la jueza en un tribunal al norte de Buenos Aires.

Su entonces novia Brenda Uliarte, de 26 años, deberá cumplir ocho años de prisión por haber sido "partícipe necesaria" del atentado, añadió la magistrada.

En sus últimas palabras antes de escuchar la sentencia, Sabag se refirió a otros casos vinculados a la política y evocó conspiraciones de forma confusa: "Toda esta causa estuvo armada y eso se sabe", dijo. También aseguró que no había recibido ningún pago por hacerlo.

"Si me piensan desaparecer (al enviarlo a prisión), es algo que tienen que pensar porque no puede pasar a la ligera", prosiguió. De su parte, Uliarte se negó a hablar.

Un acto de justicia

En un pequeño pueblo, María decidió tomar acción. Durante años, los habitantes habían sufrido bajo el yugo de un líder corrupto. La valentía de María inspiró a otros a unirse a su causa. Juntos, organizaron una marcha pacífica para exigir cambios. El día de la marcha, el pueblo se llenó de esperanza. Juan, un joven estudiante, llevó una pancarta que decía: "Justicia para todos". La multitud avanzó por las calles, cantando y exigiendo un futuro mejor. La presión fue tal que el líder finalmente renunció. Este evento marcó un antes y un después en la historia del pueblo. La comunidad aprendió que la unión y la determinación pueden lograr grandes cosas. María y Juan se convirtieron en símbolos de resistencia y esperanza para todos.

A lo largo del juicio iniciado en junio del año pasado, Sabag Montiel admitió que había querido matar a Kirchner como "un acto de justicia" ya que, según él, ella "es corrupta, roba y hace daño a la sociedad".

El atentado a Kirchner movilizó a cientos de miles de personas que salieron a las calles en apoyo a la expresidenta (2007-2015) de centroizquierda, principal referente de la oposición peronista.

El caso "refrescó la oscura memoria de que se puede apelar a la violencia para resolver diferencias políticas", dijo a la AFP el analista y consultor Facundo Cruz.

"Se hizo palpable que en el siglo XXI puede ocurrir algo que se creía que estaba desterrado de las prácticas argentinas", agregó en alusión al asesinato de militantes políticos durante la dictadura cívico-militar (1976-1983).

"Presa o muerta" 

El atentado ocurrió en el marco del inicio del juicio por corrupción en la adjudicación de obras viales contra la exmandataria, por el que fue condenada a seis años de prisión e inhabilitación política perpetua en diciembre de 2022.

Durante ese proceso, cientos de personas acudían al domicilio de Kirchner para manifestarle su solidaridad. El tumulto sirvió de pantalla para Sabag Montiel, que se infiltró entre los simpatizantes para tratar de asesinarla.

En junio de 2025, la Corte Suprema confirmó la condena y desde entonces la expresidenta de 72 años está recluida en prisión domiciliaria en un apartamento en Buenos Aires, desde cuyo balcón ocasionalmente saluda a sus simpatizantes.

La justicia absolvió este miércoles a un tercer imputado, Nicolás Carrizo, que había sido acusado de planificar el ataque. "Estos tres años nadie me los va a devolver", lamentó.

Carrizo era el jefe de Sabag Montiel y Uliarte, a quienes contrataba como vendedores callejeros de algodón de azúcar.

El pedido de Kirchner de investigar en este juicio a los supuestos financistas del atentado fue desestimado y se investiga como una causa separada.

"Hay un intento de Kirchner de mantener el tema en agenda, haciendo alusión a lo sucedido y recordándolo. Rememorar lo sucedido y pedir justicia es parte de su capital político: haber sobrevivido", señaló el analista Cruz.

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