Ocho personas fallecieron y tres resultaron gravemente heridas tras ser atacadas por cocodrilos en los lagos y ríos de Zimbabue desde el inicio de la temporada de lluvias en el país, según informó la Autoridad de Parques y Gestión de la Fauna de Zimbabue (ZimParks).
El portavoz de ZimParks, Tinashe Farawo, manifestó este viernes a EFE que «están preocupados» por el aumento de incidentes entre humanos y cocodrilos, que «son más comunes» durante la temporada de lluvias, la cual generalmente se extiende de octubre a marzo.
En los últimos dos meses, ZimParks ha recibido más de 20 reportes, con ocho víctimas fatales y tres heridos graves que han sido hospitalizados.
Por ello, Farawo instó a la población a extremar las precauciones y permanecer alerta mientras realizan actividades cerca de los ríos y lagos.
Asimismo, recordó que estos ataques también representan una amenaza para el ganado, por lo que recomendó no dejar a los animales desatendidos cerca de fuentes de agua y así evitar que se conviertan en un «blanco fácil».
«Seguimos comprometidos a fomentar la coexistencia entre las personas y la fauna, garantizando la seguridad y promoviendo el respeto por nuestra fauna en beneficio de las generaciones presentes y futuras», afirmó Farawo a EFE.
Las áreas más afectadas son las del Lowveld sudoriental, la región central del país y del Zambeze central, con múltiples incidentes registrados cerca de masas de agua como el lago Kariba, el río Hunyani y el río Angwa.
Según ZimParks, en los últimos cinco años, alrededor de 300 personas han perdido la vida en ataques de cocodrilos en Zimbabue.
La población rural de este país del sur de África es la más impactada por los ataques, ya que su contacto con los cocodrilos ocurre principalmente durante actividades como la pesca en los ríos.
Se estima que hay aproximadamente 12,000 cocodrilos en los lagos y ríos de Zimbabue, la mayoría en el lago Kariba y el río Zambeze, que se alimentan principalmente de peces y animales de caza que acuden a beber a las orillas de estas masas de agua.
Los cocodrilos se comercializan en el país principalmente para la producción de pieles y la caza deportiva.