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Un nuevo ataque vinculado a bandas criminales en Ecuador dejó este lunes un saldo trágico de cuatro muertos, entre ellos tres adolescentes de entre 16 y 17 años, y seis personas heridas, incluyendo a una mujer embarazada, según reportes de la Policía local.
El suceso ocurrió alrededor de las 13:00 hora local (18:00 GMT) en un sector periférico de la ciudad costera de Manta. Las víctimas se encontraban fuera de una vivienda cuando un vehículo con hombres armados irrumpió en el lugar y abrió fuego sin previo aviso.
Sebastián Redrobrán, subjefe de la Policía de Manta, informó que los heridos se encuentran fuera de peligro, incluida la mujer embarazada, quien resultó con un «rozón» de bala.
En el lugar del crimen, las autoridades hallaron un panfleto relacionado con el ataque, el cual se está investigando. El documento, difundido en redes sociales, estaría firmado por la banda criminal Los Pepes, quienes aparentemente se adjudican el crimen y amenazan a quienes extorsionen en la ciudad bajo su nombre. Además, desafían a Los Choneros, la organización criminal más poderosa y antigua de Ecuador, originaria de Manta.
Según las pruebas recolectadas en la escena, se encontraron 55 casquillos de bala del calibre 5.56, lo que indica que los agresores usaron fusiles de asalto durante el ataque. Los responsables huyeron en el mismo vehículo que utilizaron para llegar al lugar, el cual posteriormente fue incinerado en otra zona de la ciudad para evitar ser rastreados por las autoridades.
Este ataque se suma a un incidente similar ocurrido el domingo en el norte de Guayaquil, donde ocho personas perdieron la vida en un tiroteo que también tuvo lugar cuando un grupo de personas estaba reunido al aire libre.
Desde enero de 2024, Ecuador enfrenta un «conflicto armado interno» declarado por el presidente Daniel Noboa, con el objetivo de frenar el avance de las organizaciones criminales, responsables de la creciente violencia que azota el país. En 2023, Ecuador alcanzó la tasa de homicidios más alta de América Latina.
El presidente ha instaurado varios estados de excepción en las provincias más afectadas por la violencia, permitiendo operaciones militares contra los grupos criminales, a los que el gobierno ha calificado como «grupos terroristas».
A pesar de que en 2024 hubo una ligera reducción de homicidios, las estadísticas de principios de 2025 muestran un récord alarmante de asesinatos, alcanzando las cifras más altas en la historia reciente del país.