Una pareja de origen kazajo fue detenida en Sídney, Australia, tras ser acusada de defraudar más de un millón de dólares australianos a un casino mediante el uso de equipos electrónicos clandestinos.
De acuerdo con la Policía de Nueva Gales del Sur, el hecho se descubrió el pasado jueves 27 de noviembre, cuando personal de seguridad detectó que una mujer de 36 años portaba una diminuta cámara camuflada en su vestimenta. Agentes de la Unidad de Casino y Apuestas acudieron al establecimiento y arrestaron tanto a la mujer como a su esposo, un hombre de 44 años.
Durante la intervención se incautaron sondas magnetizadas, baterías, un teléfono móvil acondicionado para grabar en secreto y un pequeño espejo fabricado especialmente para el dispositivo. La pareja fue trasladada a la comisaría y formalmente acusada de obtener ganancias financieras mediante engaño. Ambos fueron rechazados para fianza y comparecieron ante el Tribunal Local al día siguiente.
Las investigaciones preliminares indican que los implicados llegaron a Sídney en octubre y solicitaron ese mismo día sus membresías en el casino ubicado en el barrio de Barangaroo, zona financiera de la ciudad. Desde entonces habrían realizado múltiples visitas, acumulando ganancias que superaron el millón de dólares australianos, lo que levantó sospechas.
Las autoridades presumen que grababan las mesas de juego y recibían señales a través de audífonos ocultos para apostar en momentos estratégicos y manipular resultados en partidas de cartas. Posteriormente, durante un allanamiento en su alojamiento temporal, se hallaron otros objetos vinculados con actividades de apuestas, joyas valoradas en miles de dólares y 2,000 euros en efectivo.
El detective Peter Faux, de la Brigada contra el Crimen Organizado, reconoció la rápida respuesta del personal del casino.
“Nuestra colaboración estrecha es esencial para mantener la integridad de las operaciones de juego”, señaló en un comunicado oficial.