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Ante la necesidad de mano de obra haitiana, formalizarla

Ramón A. ( Negro ) Veras
Ramón A. ( Negro ) Veras
30 mayo, 2025 - 2:52 PM
4 minutos de lectura
Imagen Ilustrativa. Fuente Externa
Migración
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1.- Esa persona de color absolutamente oscuro, la haitiana, por accidente nació en Haití, lo mismo que pudo haber llegado al mundo en Alemania.

2.- La pobreza que arrastra el  nacional haitiano es una lacra propia del sistema social que predomina en su país, no una tacha querida por los vecinos de Haití.

3.-  Las mujeres y los hombres de Haití precisan satisfacer sus necesidades materiales y culturales, lo que no pueden lograr en su lar nativo, situación que les obliga a emigrar a nuestro país.

4.-  Las clases dominantes dominicanas necesitan mano de obra para producir en sus respectivas empresas, no importa que quienes les vendan su fuerza de trabajo sean obreros blancos o negros, nacionales o extranjeros.

 5.- El empleador o patrono dominicano está en la obligación de abandonar su idea preconcebida, el prejuicio contra los negros y pobres inmigrantes haitianos, y aceptarlos como sus colaboradores en las empresas.

6.-  La situación que se  le presenta al empleador, al finquero, ganadero o gran constructor es la de recurrir a la mano de obra haitiana presente en el país, abundante, dócil y barata.

7.- Para el patrono que necesita el trabajador, el asunto no es de quererlo,  estimarlo, amarlo, como tampoco de odiarlo por entero.

8.-  Ese dominicano ligado a las empresas agrícolas o a la construcción debe estar consciente de que, por necesidad forzosa, sin ningún  regateo, de cualquier modo va a recurrir al trabajador inmigrante.

9.- El empleador de la construcción o de la empresa agrícola dominicana, para existir, está obligado a emplear al haitiano inmigrante. No tiene alternativa.

10.- Las autoridades dominicanas están procediendo de manera equivocada al perseguir a los inmigrantes haitianos, lo que motiva a  estos a ausentarse, huir para no ser apresados y deportados.

11.- Al empleador de mano de obra haitiana inmigrante le conviene tenerla a su disposición de manera regular, no en estado de ilegalidad o incertidumbre.

12.-  La situación bajo la cual se mantiene aquí el obrero inmigrante haitiano indocumentado es de duda, perplejidad, incerteza y vacilación.

13.- Andar a la caza, no dejar en paz, acosar y hostigar a los inmigrantes haitianos, es presentarnos como una comunidad de gente obstinada en impedir la sana convivencia.

14.- Procede que los grupos de aquí, prejuiciados contra los haitianos negros y pobres, pongan su reloj histórico en hora comprendiendo que la mano de obra haitiana es una necesidad en las diferentes áreas de nuestra economía.

15.- Dar estatuto  legal al trabajo que ejecutan los inmigrantes haitianos en las diferentes áreas de la economía nacional institucionaliza y viene a certificar, dar validez a todo el proceso de producción.

16.- Lo que debemos aspirar es a que el trabajo del inmigrante esté legitimado, reconocido y bien refrendado respondiendo a mecanismos legales y humanistas.

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