
En conversación con CBS Sunday Morning, la actriz detalló cómo el cambio de ciudad al campo, su experiencia como madre y la gestión de la ansiedad le permitieron sentirse renovada y afrontar este momento de su vida con energía y perspectiva.
Amanda Seyfried reveló en una entrevista con CBS Sunday Morning su satisfacción por haber cambiado la ciudad por el campo y por vivir una etapa marcada por la cercanía a los 40 años.
La actriz explicó que siempre buscó espacio y autonomía: “La vida en la ciudad es genial para una visita. A tiempo completo, para mí, era demasiado. Crecí en los suburbios y siempre quise tener terreno.
Seyfried relató que mudarse al campo respondió a una necesidad profunda de tranquilidad y espacio propio. Esta decisión le permitió establecerse en un entorno donde sentirse segura y tener control sobre su vida, lejos del bullicio urbano. “Buscaba un lugar para ser yo misma, para tomar mis propias decisiones” destacó.
La reflexión sobre la edad y el rol de la mujer en el cine fue un punto central en la entrevista. Recordó cómo el paso a los 40 le suscitó inquietudes: “Me afectó durante un tiempo. Creo que mucha gente pasa por esto”.
“Pero he notado que la conversación ya no gira tanto en torno a la apariencia o cómo te perciben en la industria, sino más sobre cómo vas a afrontar la perimenopausia, la menopausia y la pérdida de la capacidad reproductiva. Ahora se habla más de lo que ocurre internamente y emocionalmente”, resaltó a CBS Sunday Morning.
La actriz valoró este cambio en el discurso, mencionando a figuras como Naomi Watts y expresó: “Me siento más joven ahora que hace 10 años. Estoy abrazando mis 40 de una manera que nunca habría hecho si no hubiéramos empezado a enfocarnos en el poder de lo que somos y lo que hacemos como mujeres”.
Convertirse en madre transformó también su carrera profesional. “Después de convertirme en madre, me ofrecieron muchos papeles de mamá o esposa. No me asustó, pero sí fue un poco triste y predecible. Sin embargo, estaba dispuesta porque ahora soy madre y puedo interpretarlo de una manera que no habría podido antes”, confesó la actriz.
Subrayó que esta nueva sensibilidad la ayudó a profundizar en personajes complejos, como Ann Lee en “A Mouthful of Air”, película que aborda la depresión y psicosis posparto: “Pude sentir profundamente lo que mi personaje atravesaba. Cuesta más, pero también es mucho más enriquecedor”.
La actriz habló sobre los desafíos emocionales que implica actuar y la importancia de poner límites. “Me gustan los desafíos, pero dentro de ciertos parámetros. No voy a hacer cosas que me hagan sentir que podría morir, como saltar de un acantilado para una película”, comentó.
Aunque busca desafíos a nivel emocional, la terapia y la perspectiva adquirida le permiten reconocer cuándo algo podría excederla. Gracias a las herramientas y el acompañamiento con los que cuenta, evita cruzar esos umbrales.
Seyfried abordó abiertamente su experiencia con la ansiedad y el trastorno obsesivo-compulsivo: “El TOC es algo con lo que he lidiado desde la infancia y realmente me ha ayudado como actriz”.
Además, destacó que “la ansiedad, en general, la he podido canalizar de manera positiva y, con la medicación adecuada, usarla a mi favor o silenciarla cuando ya no es útil. La autocrítica y la inseguridad también me ayudaron a mantenerme centrada”.
Durante la conversación, la actriz recordó su salto a la fama con “Mean Girls” y el éxito de “Mamma Mia!”. “Fue lo que abrió las puertas en cuanto a oportunidades. Fue difícil conseguir el papel de Sophie, pero ya había trabajado con la productora en ‘Big Love’, así que me conocían”, relató a CBS Sunday Morning.
También describió su experiencia con directores como David Fincher, a quien consideró un maestro exigente. “El director para un actor es como un maestro, y él es el mejor. Sabe lo que quiere y tiene un método muy específico para conseguirlo. Quieres hacerlo bien para él porque se lo merece y porque trabaja muy duro", destacó la actriz.
Además, relató que “‘Mank’ fue un proyecto muy personal para él, y yo estaba muy insegura porque sabía que podía ser reemplazada en cualquier momento. Ese miedo es lo peor y lo mejor, porque te obliga a estar lo más preparada posible y a seguir mejorando”.