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Aunque la incertidumbre es parte del béisbol, los Mets han logrado estabilidad detrás del plato con los venezolanos Francisco Álvarez y Luis Torrens, quienes forman el dúo que comandará la receptoría en el futuro cercano.
Álvarez, de 23 años, fue considerado el mejor prospecto del béisbol hace poco y ya cuenta con una campaña de 25 cuadrangulares. Permanece bajo control del equipo por cuatro años más. Torrens, de 28 años, llegó a los Mets en mayo pasado desde los Yankees y se consolidó como un respaldo confiable. Su contrato lo mantiene en Queens por al menos dos temporadas.
Ambos receptores están proyectados para asumir la mayor parte de la carga en 2025. Incluso podrían disputar todos los encuentros.
Álvarez dejó su huella en 2022 cuando irrumpió en Grandes Ligas a los 20 años y se ganó un turno en la postemporada. En 2023, conectó 25 jonrones y tuvo un OPS de .721, consolidándose como una promesa ofensiva y disipando dudas sobre su defensa. Sin embargo, en 2024 retrocedió ofensivamente, bateando solo 11 vuelacercas y lidiando con una lesión en el pulgar izquierdo que afectó su rendimiento.
Para corregir su ofensiva, trabajó en la temporada baja junto a J.D. Martínez para ajustar su swing, buscando utilizar mejor todo el campo en lugar de depender exclusivamente de su poder. Si esos cambios funcionan, aún tiene margen para convertirse en uno de los mejores receptores de la liga.
La presencia de Torrens fue clave para los Mets en 2024. Después de ser descartado por los Yankees, se incorporó al equipo a finales de mayo y causó impacto inmediato, pegando dos jonrones en su cuarto juego y destacándose en la Serie de Londres con una doble matanza 2-3 contra los Filis.
Cuando Álvarez se lesionó, Torrens asumió la titularidad sin problemas, aportando ofensivamente y ayudando a mejorar el control del corrido de bases, una debilidad histórica del pitcheo de los Mets. Su desempeño le valió un nuevo contrato en el arbitraje este invierno.
No hay dudas en esta posición. Si las lesiones no intervienen, Álvarez y Torrens serán los únicos receptores en el roster para el Día Inaugural.
Si Álvarez cumple con las expectativas, la receptoría de los Mets estará cubierta hasta 2028, su último año bajo control del equipo. Aunque en el pasado se discutió una posible extensión, esas negociaciones parecen haber quedado en pausa.
El panorama para Kevin Parada, seleccionado en el puesto 11 del Draft de 2022, es diferente. En sus primeras temporadas en ligas menores, su rendimiento ha sido irregular, y tras batear .214/.304/.359 en 114 juegos el año pasado, necesita mejorar para seguir en los planes de la organización.
En cuanto a otros prospectos, los Mets no tienen receptores de alto nivel en camino. Sin embargo, mientras Álvarez se establezca como la opción a largo plazo, encontrar un suplente en la agencia libre o desarrollar un receptor de rol secundario no será un problema.