
La alimentación tiene un impacto directo en los niveles de glucosa en sangre y no se limita al consumo de productos dulces. De acuerdo con MedlinePlus, ciertos alimentos salados pueden provocar aumentos rápidos de azúcar, tanto en personas sanas como en quienes viven con diabetes.

Tras la ingesta, el organismo descompone los alimentos en nutrientes que se convierten en energía. La glucosa pasa al torrente sanguíneo y el páncreas libera insulina para regular su concentración. La rapidez de este proceso depende del tipo de nutriente predominante en la comida.
La American Diabetes Association explica que los carbohidratos simples elevan la glucosa con mayor rapidez. Muchos alimentos salados contienen harinas refinadas y almidones de rápida absorción, como panes, snacks y productos horneados, lo que genera picos glucémicos similares a los de los alimentos dulces.
Según Harvard Health Publishing, productos como pan blanco, pizzas, pastas y papas fritas tienen un índice glucémico alto. Al digerirse, liberan glucosa de forma acelerada, elevando rápidamente el azúcar en sangre.

Especialistas citados por BBC News Mundo advierten que numerosos alimentos salados ultraprocesados contienen azúcares añadidos o jarabe de maíz de alta fructosa, aunque no se perciban como dulces. Esto puede inducir a error al revisar las etiquetas nutricionales.
Nutricionistas de la Clínica Cleveland señalan entre los principales responsables a los panes blancos, snacks salados, pastas refinadas, comidas rápidas, rebozados y pizzas. El efecto se intensifica cuando se consumen sin fibra, proteínas o grasas saludables.

Organismos médicos recomiendan educación alimentaria, lectura cuidadosa de etiquetas y acompañar los carbohidratos con otros nutrientes. En personas con prediabetes o diabetes, se aconseja consultar a un especialista antes de modificar la dieta.
Fuente: Infobae.