
La nutrióloga, Grace de los Santos, dijo este viernes en el programa "Rumbo de la Mañana" que es posible llevar una alimentación saludable sin incurrir en un alto costo económico.
La experta recomendó que la mejor opción es adaptar la comida que se tiene en el hogar, pero de una manera más saludable que contribuya a tener un mejor metabolismo.
Asimismo, la doctora detalló que existen diversas formas de llevar un régimen alimenticio balanceado, asegurando que se deben aprovechar los alimentos de temporada o sustituirlos por otros que proporcionen los mismos beneficios para la salud.
“Tú quieres comer aguacate porque es una grasa saludable. Espera el tiempo de aguacate; cuando no hay, puedes consumir mantequilla de maní sin azúcar”, acotó por Rumba 98.5 F.M.
La profesional de la salud expresó también que labora con personas de bajos recursos y, cuando desean bajar de peso, les recomienda consumir alimentos de bajo costo que proporcionan la misma cantidad de proteínas, carbohidratos y grasas saludables que otros que pueden ser “caros”.
En ese sentido, explicó comer huevos, víveres y tilapia, a diferencia del salmón, que podría ser costoso para los dominicanos de bajos recursos.
“No es que la nutrición sea cara, es que tú tienes que adaptarla a tu presupuesto y de ahí partir”, aseveró.
Durante su intervención, la galena dijo que la alimentación saludable va necesariamente acompañada de la actividad física, debido a que cuando se mantiene un régimen alimenticio sin ejercicio solo se perderá peso. Por lo tanto, recomienda hacer ambas simultáneamente para quemar grasa y, a la vez, mantener un óptimo volumen muscular.
Señaló, además, que conservar una buena masa muscular beneficiará para quemar más calorías durante el día, incluso cuando se está sentado. También ayudará a mejorar el metabolismo, prevenir enfermedades cardiovasculares, prever la diabetes y cualquier otro tipo de enfermedad metabólica como la obesidad.
De igual forma, la doctora puntualizó que lo recomendable es comenzar con pequeños hábitos que permitan adaptarse al cambio que se requiere, como subir las escaleras, disminuir la porción de arroz, caminar más y reducir la ingesta de carbohidratos.