El Ejército israelí mató al menos a 81 personas e hirió a unas 150 este domingo en la ciudad de Beit Lahia, en el norte de Gaza, tras abrir fuego contra una multitud que esperaba la llegada de camiones con harina. Así lo confirmaron fuentes médicas a la agencia EFE.
Según los reportes, 37 cadáveres fueron trasladados al Hospital al Shifa y otros 19 a la Clínica Sheikh Radwan. Testigos en el lugar aseguran que aún quedarían unos 50 cuerpos sin recoger en la vía pública.
Otros dos fallecidos fueron llevados al Hospital de Campaña Al Saraya, que debió habilitar camas adicionales ante la llegada de más de 120 heridos, varios en estado crítico. Dos víctimas más se encuentran en la morgue del Hospital Baptista al Alhi.
En el sur del enclave, al menos seis personas murieron cerca de un punto de distribución de alimentos en el barrio Saudí de Rafah. El lugar está asociado a la Fundación Humanitaria para Gaza (GHF), respaldada por Estados Unidos.
Organizaciones locales denuncian que hechos como estos se han vuelto frecuentes. Según una investigación del diario Haaretz, las tropas israelíes tienen órdenes de disparar a civiles en estos puntos para dispersar aglomeraciones.
Ayer sábado, 32 palestinos murieron en circunstancias similares. El Ejército israelí reconoció haber abierto fuego, alegando que fueron “disparos de advertencia”.
La ONU calcula que más de 900 personas han fallecido en Gaza mientras intentaban acceder a alimentos. La mayoría de estos incidentes han ocurrido cerca de centros de distribución operados por la GHF, que funcionan de forma separada a los mecanismos tradicionales de ayuda humanitaria.
El sábado también fue la jornada más mortífera de la semana, con 128 personas fallecidas en toda la Franja de Gaza, según el Ministerio de Sanidad del gobierno de Hamás. De ellas, 31 murieron cuando buscaban asistencia humanitaria.