
El Aeropuerto Internacional de Miami (MIA) puso en marcha el sistema biométrico de control automatizado de pasaportes más amplio instalado hasta ahora en Estados Unidos. La tecnología reduce a tres segundos el tiempo de procesamiento para ciudadanos estadounidenses, según informó la autoridad aeroportuaria.
El sistema opera con doce módulos biométricos distribuidos en los pasillos D, E y J del área de control migratorio. Los equipos capturan la imagen del viajero y la comparan, de forma automática, con los registros del Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP). Todo ocurre bajo la supervisión directa de los agentes.

Con esta implementación, el MIA —principal puerta aérea entre EE. UU., América Latina y el Caribe— se convierte en el aeropuerto con el despliegue individual más grande de esta tecnología basada en la plataforma SITA Smart Path. La medida forma parte del programa Enhanced Passenger Processing (EPP), con el que el CBP busca digitalizar y acelerar los procesos de ingreso internacional.
Las autoridades destacaron que los equipos son inalámbricos y móviles, lo que permitirá reubicarlos según el flujo diario de pasajeros y mejorar los tiempos de espera. Daniel Alonso, funcionario del CBP, aseguró que la modernización ofrece “fronteras más eficientes y seguras” y una experiencia más fluida para los viajeros.
La adopción coincide con el avance de la identidad digital en la aviación norteamericana: 53 % de las aerolíneas ya invierte en biometría y casi 60 % de los aeropuertos utiliza tecnología sin contacto. Además, se integra al plan de renovación del MIA, que prevé una inversión de 9,000 millones de dólares.
El MIA es el aeropuerto con mayor volumen de carga internacional en Estados Unidos y el segundo con más pasajeros internacionales. También es un motor económico para Florida, al generar 181,000 millones de dólares al año y recibir cerca del 60 % de los visitantes internacionales del estado.