
El nuevo aeropuerto internacional Jorge Chávez, que entró en operaciones el 1 de junio, fue sancionado con una multa de 2.9 millones de soles (aproximadamente 800,000 dólares) por incumplir los estándares técnicos en la instalación de los vidrios de la torre de control.
El Organismo Supervisor de la Inversión en Infraestructura de Transporte de Uso Público (Ositrán) comprobó que el nivel de reflejo de los cristales supera el 10 % permitido, lo que afecta la visibilidad nocturna y compromete la seguridad de las operaciones aéreas, especialmente para los controladores.
Las pruebas de laboratorio y evaluaciones técnicas realizadas confirmaron el incumplimiento por parte de la concesionaria Lima Airport Partners (LAP), que había presentado las especificaciones como parte de su compromiso contractual.
La deficiencia ya había provocado un incidente el año pasado, cuando el reflejo de los vidrios interfirió con el funcionamiento de las luces en la antigua pista de aterrizaje.
Ositrán anunció que mantiene procesos de fiscalización abiertos sobre otros aspectos del nuevo terminal, incluyendo retrasos en la entrega del proyecto y fallas durante las primeras horas de operación, como problemas en el suministro de combustible que obligaron a cancelar al menos 20 vuelos.
El informe oficial de evaluación del servicio será presentado el próximo 15 de junio.