El béisbol dominicano se encuentra en una encrucijada. El dopaje y los fraudes amenazan la integridad del deporte y el futuro de jóvenes promesas. En este contexto, la reunión entre el presidente Luis Abinader y el comisionado de la MLB, Rob Manfred, cobra una importancia vital.
Aunque la agenda oficial no se ha hecho pública, se espera que ambas autoridades aborden estos problemas críticos. El caso de Ismael Ureña Pérez, un joven prospecto que falleció tras recibir inyecciones de esteroides veterinarios, ilustra los peligros del dopaje. La falsificación de documentos y la suplantación de identidad, que afecta a decenas de jóvenes, también genera gran preocupación.
Estas problemáticas no solo truncan sueños, sino que también dañan la reputación del béisbol dominicano. Los llamados "preacuerdos", que se realizan a edades tempranas y a menudo se basan en información falsa, contribuyen a la desconfianza y la incertidumbre.
Es necesario que Abinader y Manfred discutan estrategias concretas para combatir estas problemáticas. Se necesitan medidas urgentes, como:
El futuro del béisbol dominicano depende de la capacidad de enfrentar estos desafíos con decisión y transparencia. La reunión entre Abinader y Manfred es una oportunidad clave para trazar un camino hacia un béisbol más ético y sostenible.