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Aaron Judge, el capitán de los Yankees de Nueva York, prefiere mantenerse alejado del bullicio cuando el equipo está de viaje. En una reciente entrevista con USA Today, el toletero explicó que no suele salir de su habitación de hotel durante las giras, ya que su presencia genera demasiada atención pública.
Judge, de 33 años y con una estatura de 2,00 metros (6 pies 7 pulgadas), reconoció que su tamaño hace imposible pasar desapercibido. “Creo que si fuera un poco más bajo, si midiera 1,85 metros”, dijo Judge, “podría integrarme un poco más. Me pongo una gorra de los Yankees y podemos ir. Es la altura. Lo primero que piensan cuando me ven es que soy un jugador de baloncesto. Y luego atan cabos".
Recordó un intento reciente de comprar un café en un Starbucks en Seattle, que rápidamente terminó con él rodeado de fanáticos. “Por eso no salgo del hotel la mayor parte del tiempo. Tengo un trabajo que hacer cuando estoy de gira. Intento no explorar demasiado. Puedo hacerlo cuando me retire y conozca estas ciudades. Es parte de la vida cuando juegas para los Yankees, la franquicia más grande del deporte. Te van a reconocer y aclamar sin importar dónde estés”.
Actualmente, lidera las Grandes Ligas con un impresionante promedio de bateo de .391 y se encuentra en tercer lugar en jonrones, con 21, solo por detrás de Shohei Ohtani y Cal Raleigh.
Judge no solo destaca en el terreno; también lo hace en el vestuario. Organiza cenas de equipo y suele cubrir la cuenta. “Es un ser humano increíble”, comentó Isiah Kiner-Falefa, excompañero suyo. “Creo que lo mejor de él es que cada vez que estás cerca, te hace sentir a su nivel, como si fueras el mismo tipo de jugador. Te aporta confianza y seguridad como jugador”.
El jardinero Trent Grisham también lo elogió: “Todos ven lo que hace en el campo y dicen: ‘¡Es el mejor jugador!’. Pero creo que es más valioso por cómo dirige el vestuario, cómo se comporta, cómo asume toda la atención de los medios, toda la presión, y aun así es capaz de mantener una sonrisa en su rostro, ser el mejor del vestuario y cuidar de todos. Él simplemente transforma todo este lugar”.
Incluso cuando Paul Goldschmidt exploraba su futuro como agente libre, recibió un mensaje personal de reclutamiento de Judge. “Recuerdo haberle enviado el mensaje”, dice Judge. “Oye, tenemos una pequeña vacante en primera base. Creo que encajarías perfectamente. Este es el tipo de cultura y ambiente para el que creo que naciste”.
Y añade: “Lo único que intento decirles a muchos de los chicos que vienen aquí, incluso si estuvieron en otros equipos antes, es que estaban destinados a ser Yankees. Paul Goldschmidt estaba destinado a ser Yankee”. A lo que Goldschmidt responde: “Aaron es quien hace que ser Yankee sea maravilloso. Él es una gran razón por la que quieres jugar aquí”.