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Un túnel clandestino que conecta Ciudad Juárez, Chihuahua, con El Paso, Texas, descubierto el pasado 10 de enero, podría haber estado en operación durante dos años, de acuerdo con estimaciones preliminares de autoridades mexicanas.
En una visita guiada para medios, el general brigadier de Estado Mayor, José Salud Lemos Cisneros, de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), explicó que el túnel tiene una longitud de casi 300 metros en el lado mexicano, con una altura de 1.80 metros y un ancho de 1.20 metros. La sofisticación de la estructura incluye un sistema de cableado eléctrico para iluminación y un tubo de ventilación que asegura el flujo de oxígeno.
Un acceso oculto con diseño avanzado
El túnel, oculto dentro de un sistema de alcantarillado natural, se encuentra camuflado bajo una tapa de madera cubierta de cemento en las inmediaciones de la avenida Heroico Colegio Militar, una zona céntrica y vigilada de Ciudad Juárez. Su interior está reforzado con láminas de madera y postes de 4×4 pulgadas para prevenir derrumbes, lo que refleja un nivel de sofisticación técnico que dificultó su detección inicial.
Este pasaje subterráneo habría sido utilizado para actividades ilícitas, como el tráfico de drogas, personas y mercancías, señalaron las autoridades. "Por tratarse de una construcción oculta, debió llevar tiempo operar; podría haber estado en uso por uno o dos años", indicó el general Lemos Cisneros.
Investigación en curso
La Fiscalía General de la República (FGR) ha asumido el caso y está recopilando testimonios y pruebas para determinar las operaciones del túnel y si existió complicidad con autoridades locales o gubernamentales.
"Todo lo que circula en redes sociales está siendo considerado como parte de los indicios para su investigación", comentó Lemos Cisneros. También se presume que se cobraba por el uso del túnel, hipótesis que será verificada en el transcurso de la investigación.
Repercusiones en la seguridad fronteriza
El hallazgo de este túnel ha puesto en alerta a las autoridades mexicanas y estadounidenses, que ahora intensifican operativos en busca de estructuras similares en la región.
“La coordinación con las autoridades de Estados Unidos ha sido clave para localizar este tipo de túneles, y ellos también están realizando inspecciones a lo largo del Río Bravo para identificar otras construcciones de este tipo”, añadió el general brigadier.
Aunque el túnel será clausurado próximamente en territorio mexicano, el proceso se llevará a cabo después de que las autoridades completen la recolección de evidencia necesaria para las investigaciones.
“El gobierno de Estados Unidos también ha intensificado el rastreo en la zona para prevenir y localizar más túneles en áreas cercanas al río”, concluyó el general Lemos Cisneros.