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Una explosión sacudió este jueves alrededor del mediodía el centro de Kiev, al activarse las defensas aéreas de la ciudad para contrarrestar un ataque ruso, justo en el momento en que el primer ministro británico, Keir Starmer, hacía una visita a la capital ucraniana, habiendo llegado horas antes del bombardeo.
El alcalde de Kiev, Vitali Klichkó, emitió un mensaje urgente en su cuenta de Telegram tras el estruendo, instando a la población a buscar refugio: «En el centro de la capital funcionan las fuerzas de defensa aérea. ¡Diríjanse a los refugios!».
Previo a la explosión, la Fuerza Aérea ucraniana había alertado sobre la inminente llegada de drones de ataque lanzados por Rusia hacia la región de Kiev y la propia capital.
Históricamente, Rusia ha llevado a cabo sus ataques con drones suicidas durante la noche o en las primeras horas del día, aunque también ha intensificado sus bombardeos con misiles y drones en pleno día, afectando a Kiev y a otras ciudades de Ucrania.
Durante su visita a Kiev, Starmer reafirmó el compromiso del Reino Unido de mantener su apoyo a Ucrania. Este viaje marcó su primer desplazamiento al país desde que asumió el liderazgo del Gobierno británico en julio del año pasado.
Además, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, destacó en una entrevista publicada en la prensa polaca que «Europa, sin el ejército ucraniano, no podrá hacer frente al ejército ruso, porque es más numeroso». Agregó que «Rusia cuenta con más armamento, más efectivos y es más cruel que los europeos».