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Cada 7 de mayo, conmemoramos el Día Mundial de los Huérfanos del SIDA, una fecha que sensibiliza sobre la difícil realidad de millones de niños que han perdido a uno o ambos progenitores a causa del VIH/SIDA.
En 2002, Albina du Boisrouvray, fundadora de la organización humanitaria FXB International, instauró esta efeméride para visibilizar a esta población vulnerable, que a menudo queda fuera del foco de la discusión global sobre el SIDA.
La situación de los huérfanos del SIDA representa una de las secuelas más dolorosas y menos atendidas de la pandemia. Más del 95% de estos niños vive en hogares de familias extendidas o de acogida, muchas veces en condiciones de pobreza extrema.
África subsahariana se destaca como la región más afectada, donde aproximadamente el 80% de los huérfanos por esta causa reside, además de albergar a una gran proporción de los jóvenes infectados con el virus.
Uno de los grandes desafíos radica en que solo una fracción de los fondos internacionales destinados al VIH/SIDA se dirige a programas que beneficien directamente a estos niños y sus familias. FXB International promueve que al menos el 10% de esos fondos se redirijan a iniciativas de apoyo integral.
Además, esta ONG ha formado una coalición global de alcaldes y funcionarios públicos, que ya cuenta con más de 800 representantes de 41 países, comprometidos con la protección de la niñez afectada por el VIH/SIDA.
Este día mundial no solo busca concienciar, sino también exigir políticas concretas que garanticen a estos niños el acceso a educación, salud, vivienda y afecto. Detrás de cada cifra hay una historia humana que merece atención, justicia y esperanza.