Durante la alocución previa a la oración del Ángelus en la fiesta de San Esteban, protomártir, el Papa León XIV destacó este viernes que la paz y el perdón tienen la fuerza de superar la violencia y el odio.
“El cristiano no tiene enemigos, sino hermanos y hermanas, que siguen siéndolo incluso cuando no se comprenden entre ellos”, subrayó el Pontífice desde la ventana del Palacio Apostólico, ante una Plaza de San Pedro llena de peregrinos.
León XIV recordó que para los primeros cristianos, el martirio era un verdadero nacimiento al cielo, y citó a San Esteban como ejemplo de coherencia y entrega: “Su rostro parecía el de un ángel”, dijo, explicando que afrontó la historia con amor y eligió conscientemente “venir a la luz”, un acto vinculado con el nacimiento de Jesús.
El Papa también enfatizó la dificultad de mantener la justicia y la paz en los tiempos actuales, donde quienes siguen el camino desarmado de Jesús y los mártires suelen ser ridiculizados o excluidos del debate público. No obstante, resaltó que el perdón es una fuerza gratuita y presente en todos los corazones, que se reactiva cuando se comienza a mirar al prójimo con atención y reconocimiento.
Concluyó su mensaje invocando a la Virgen María para guiar a la Iglesia hacia una alegría capaz de disipar “todo temor y toda amenaza, así como la nieve se derrite al sol”.